Una usuaria de TikTok, cuyo video se viralizó rápidamente en otras redes sociales, encendió la polémica por mostrar productos de bajo peso y dudosa calidad que se venden en los supermercados Chango Más (antiguamente Walmart).
Lo que sorprende a la clienta es el precio de estas pequeñas porciones, compuestas por sobras de comida y productos envasados en bandejas a precios que rondan entre los 400, 500 y hasta 690 pesos.
BRÓCOLI, HUEVO, ARROZ Y LENTEJAS…
Las bandejas contenían productos como dos huevos duros, tres tallos de brócoli o un puñado de arroz. Aunque en términos internacionales esos precios equivalen a aproximadamente 50 centavos de dólar, en nuestro país, con un salario mínimo de alrededor de 268 dólares y una jubilación mínima de 180 dólares, estos precios parecen resultan elevados por la mísera cantidad que ofrecen:
“Estoy un poco sorprendida de estas ofertas.
Esto 443 no lo puedo creer. Te juro que no lo puedo creer”, dice, mientras muestra una bandeja con unos 74 gramos de arroz.
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Supermercados como ChangoMas optan por ofrecer sobras en bandeja con peso de 70g a precios de 500 pesos aproximadamente
“No sé qué decir, no puedo hablar”, agrega mientras levanta otra bandeja con tres tallos de brócoli de un peso también de 74 gramos al mismo precio de 443 pesos.
Luego toma una bandeja con algunos granos de choclo de 64 gramos a 383 pesos: “Miren el estado en que está”, acota mostrando la bandeja cerrada que con esos pocos granos de choclo parece más un sonajero que un producto a la venta en un supermercado.
Al final hace mención a los dos huevos duros que en total pesan 110 gramos y se venden a 639 pesos, lo que da como conclusión que el precio de las sobras está prácticamente unificado, y cualquier producto que esté dentro de las bandejas tienen un costo similar, no importando si se trata de arroz, choclo, huevos, ensalada rusa, o brócoli.
La consumidora que grabó el video se encontraba en una de las sucursales de Chango Más y, a medida que recorría las góndolas, no podía ocultar su asombro al ver las bandejas de comida, en su mayoría sobras o porciones mínimas, a precios elevados. “¿Quién compra esto?”, se pregunta.
Lo que más indignación generó fue la ínfima cantidad de comida ofrecida en cada bandeja y la falta de relación entre el precio y el valor nutricional que representaban esos productos.
COMO EN 2017, LA ECONOMÍA DETRÁS DE LAS SOBRAS
Este tipo de prácticas no es nueva en el mundo del retail, donde muchos supermercados intentan reducir el desperdicio de alimentos vendiendo las sobras a un precio más bajo.
Sin embargo, el problema señalado en este caso es que los precios, en lugar de ser una ganga, parecen no justificarse para lo que realmente se está ofreciendo.
En una crisis de tal magnitud, en donde los salarios están lejos de cubrir las necesidades básicas y el costo de vida aumenta día tras día, este tipo de productos dan la impresión de ser una falta de respeto para muchos.
Al traducir los precios en términos internacionales, el costo parece bajo: 50 centavos de dólar por dos huevos duros, o una pequeña ensalada rusa por 500 pesos, equivalen a montos que en otros países podrían considerarse razonables.
No obstante, el contexto actual es completamente distinto. Los sueldos y jubilaciones, cada vez más deteriorados por la inflación y la crisis económica, no permiten que las familias puedan considerar estas bandejas como una opción viable de compra. “Es comida que ni siquiera alcanza para acompañar un plato principal, pero la cobran como si fuera oro”, se quejan en los comentarios de la tiktoker.
La gran pregunta que surge es quién compra estos productos y por qué un hipermercado de la magnitud de Chango Más considera que existe público para ellos.
Si bien algunas personas pueden optar por estas bandejas en situaciones de apuro o porque no tienen tiempo para cocinar, la mayoría de los comentarios en redes sociales coinciden en que el precio no está justificado.
CRÍTICAS EN TIKTOK Y TWITTER
Muchos usuarios en Twitter se sumaron a la conversación, criticando duramente tanto al supermercado como al estado actual de la economía, que empuja a las personas a aceptar pagar precios ridículos por sobras de comida.
Las bandejitas de Chango Más, más que ser una solución contra el desperdicio de alimentos, parecen ser una muestra palpable de la desconexión entre los precios que se manejan en el país y la realidad económica de la mayoría de los ciudadanos.
En 2017, el dueño de la cadena de supermercados La Anónima había dicho como justificación ante la viralización de imágenes similares por la venta de huesos de pollo en bandejitas en sucursales de Río Gallegos: “Es una demanda y la gente se lo lleva, es nuestra función darle a los clientes lo que nos piden”.
