Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof partirán este martes hacia Israel en el marco de un nuevo aniversario del holocausto judío, una conmemoración que organiza el gobierno de ese país y que reunirá a los máximos líderes mundiales.
Para el presidente, así como también para el mandatario bonaerense, será su primera visita oficial desde que asumieron a su cargo el pasado 10 de diciembre.
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Según la agenda, Fernández y Kicillof partirán mañana desde un vuelo de línea para comenzar su recorrida en Israel desde el miércoles, cuando a la noche se brinde la cena en la que participarán diferentes presidentes de todo el mundo. La jornada finalizaría el jueves, pero pocos días después, el presidente deberá embarcarse en otra misión fundamental: la primera visita oficial con el Papa Francisco, en el Vaticano, que además será el puntapié para un encuentro que apuntará a aunar posiciones en torno a la deuda externa argentina.
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La decisión de visitar ese país como primer destino en su agenda internacional, sorprendió a propios y extraños. Lejos quedaron las sospechas de elegir algún país latinoamericano, con el cual Argentina tiene relación directa, o así como también con España o México; países que Alberto había visitado antes de asumir como presidente.
Al mismo tiempo, la ausencia de Fernández en el país dejará una foto por demás significativa: Cristina Fernández de Kirchner volverá a ser la presidenta de todos los argentinos.
De igual forma, la vicegobernadora Verónica Magario se hará cargo de la provincia ante la participación de Axel Kicillof en el país del medio oriente.
UNA ASISTENCIA ESTRATÉGICA
El encuentro contará con la presencia del presidente francés, Emmanuel Macron, así como también del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Por su parte, la comitiva argentina estará integrada por la primera dama, Fabiola Yañez, el canciller Felipe Solá y el embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri.
Sin embargo, la presencia del gobierno argentino en el aniversario de la liberación de Auschwitz, de uno de los centros de exterminios judíos más grandes de la segunda guerra mundial, también tiene otros análisis.
El gobierno de los Fernández busca enfriar las tensiones con los Estados Unidos y particularmente, también, con la comunidad judía internacional, en el marco de un nuevo aniversario de la muerte del fiscal Nisman.
A esto se le suma la rispideces que surgieron a partir de que el Ejecutivo argentino evaluara derogar el decreto firmado por Macri, que declaraba a la organización política Hezbolá como “terrorista”.
Se entiende que Israel, uno de los gobiernos que más enfrentamientos tiene con Irán, se opusiera a esa medida. La visita del presidente argentino, entonces, apunta a mejorar las relaciones con ese poderoso país.
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