A pesar de las protestas de organizaciones de Derechos Humanos que colmaron el recinto del Concejo Deliberante de Mar del Plata, el Municipio consiguió la mayoría para autorizar la cesión a una sociedad de fomento del predio hoy lindero al Faro de la Memoria.
En el lugar, funcionó a pocos metros el ex centro clandestino de detención de la ex Escuela de Suboficiales de Infantería Marina (Esim) – las organismos de DDHH sostiene que forma parte del predio- y se descuenta que la entidad barrial le cederá la explotación comercial a la empresa local la empresa Burbarrel SA, conocida por su producto insignia, el gin “Restinga”, quien tendría previsto abrir un bar en el terreno.
El proyecto que tuvo un rápido paso por las comisiones del cuerpo deliberativo, fue aprobado por los 15 votos de los bloques Vamos Juntos (Pro) que responde al intendente Guillermo Montenegro, la Unión Cívica Radical, Coalición Cívica y La Libertad Avanza.En contra hubo 9 votos de Unión por la Patria, Frente Renovador y Acción Marplatense.
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Video gentileza @loquepasanet
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“Esto no tiene que ver con los derechos humanos” la defensa del PRO de Mar del Plata
Por parte del bloque oficialista, Agustín Neme del Pro, explicó que la iniciativa tiene que ver con “poner en valor un espacio municipal, esto no es algo ideológico y así lo dicen las ordenanzas y leyes” dijo.
“Esto no tiene nada que ver con los derechos humanos”, aseguró en medio de una rechifla de los manifestantes en las gradas.
Desde la UCR, la concejala Marianela Romero recordó la legislación nacional en las que “se reconoció cuáles eran los predios que se establecen como sitio histórico de la memoria” y afirmó que “en ningún caso está el predio sobre el cual trabajamos está integrado” dijo.
“Transformaron el expediente en una agrimensura de la tortura” replicaron desde Unión por la Patria
Diego García, concejal de Unión por la Patria cuestionó con dureza la iniciativa – había sido considerada como inadmisible por la Defensoría del Pueblo bonaerense– y el tratamiento que tuvo el expediente por las comisiones: “Un bar, no una plaza, ni un centro comunitario o un espacio para los vecinos. Un bar” lamentó.
“Y escuchamos un gran esfuerzo para fundamentar a cuantos metros se cometieron los crímenes más atroces en estas dos hectáreas en cuestión. Transformaron el expediente en una agrimensura de la tortura. Acá sí y acá no. Este lugar no era parte de un bosque encantado, era parte de un centro clandestino” lanzó.
Tras la sanción del proyecto y en medio de insultos de los presentes, la sesión debió pasar a un cuarto intermedio.
