La renuncia de Leandro Benítez le abrió la puerta a Pablo Quatrocchi como DT interino, mientras la CD se encarga de buscar a su reemplazante definitivo. Todos los cañones apuntan a Gabriel Milito, de quien esperan una respuesta positiva.
La dirigencia y el entrenador ya mantuvieron las primeras charlas para comenzar a gestionar su regreso al club en el cual dirigió durante el año 2015, y si bien el entrenador todavía no dio el sí, en el Pincha son optimistas de poder llegar a un desenlace positivo.
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El equipo de Domínguez promedia más de 11 disparos por partido, pero solo convierte el 10% de sus intentos. Aunque crea muchas situaciones, la contundencia se convirtió en deuda.
Milito fue el primer DT al que buscó Juan Sebastián Verón en su gestión como presidente, y luego de haberlo sondeado nuevamente en 2017 ahora vuelve a estar en agenda. Si bien hubo rumores alrededor de una gran cantidad de nombres, por ahora no hay plan B.
El entrenador puso algunas condiciones a la hora de sentarse hablar, y más allá de que no trascendieron, hay una que salta a la vista y que concuerda con la visión de la CD: que no tenga que asumir ya, con dos partidos pesados como los que tendrá el equipo por delante.
Otro punto que tendrán que sentarse a hablar en caso de que la respuesta sea afirmativa será el armado del plantel: la cantidad de incorporaciones y la llegada de nombres de jerarquía, además de la continuidad de algunos de los referentes, seguramente serán temas a tratar.
UN CICLO POSITIVO
El paso de Milito por el club fue su primera experiencia en Primera División, luego de haber sido el DT de la Reserva de Independiente entre 2013 y 2014. Luego de la salida de Mauricio Pellegrino agarró un fierro caliente y logró cosechar buenos resultados.
El ex defensor de 38 años asumió con la obligación de ganar en Ecuador por Copa Libertadores para poder avanzar y así lo hizo, aunque el equipo finalmente cayó en Octavos de Final frente a Independiente Santa Fe.
Su salida se dio a fin de año, luego de depositar al equipo en Copa Sudamericana al vencer por 4 a 0 a Olimpo. Si bien nunca los motivos no quedaron claros, semanas más tarde el capitán Leandro Desábato contó: “Dijo que que recibía amenazas, ganando o perdiendo“.
Con un Estudiantes urgido de sumar puntos, Milito puede ser el remedio necesario: sus números en ese tiempo fueron incuestionables, ya que en 30 partidos dirigidos cosechó 16 triunfos, 8 empates y 6 derrotas, con 38 goles a favor y 23 en contra, y una efectividad del 62,22%.
