El clima empezó a jugar su partido en la producción granaria argentina. La falta de agua, las bajas temperaturas y el granizo pegaron duro en lotes de oeste y centro de la región pampeana. De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Rosario, estas incidencias climáticas harán caer las últimas proyecciones para este cereal, que a nivel nacional vería caer su volumen cosechado en 2 millones de toneladas.
Así, el trigo pasaría de las 21 millones de toneladas previstas a 19 millones. En este sentido, la entidad estimó que en los cultivos del oeste y centro pampeanos, se estiman una caída de 3 qq/ha en los rindes iniciales y una superficie afectada de 190.000 hectáreas.
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La siembra del cereal se desarrolló sin incidentes y el área implantada ascendió a 6,32 millones de hectáreas, con un paquete tecnológico en donde se destacó el uso de fertilizantes. Un dato a tener en cuenta es que al momento de la siembra, el Gobierno nacional todavía no había decretado el regreso de los derechos de exportación, que en el caso de este cultivo oscilarán entre el 10 y 12%.
Las esperanzas de una buena cosecha se sostienen en base al trigo de la provincia de Buenos Aires, que no fue afectado de manera significativa por el clima. “Hubo zonas que recibieron menos precipitaciones, como el suroeste, y otras en el noreste que terminaron el mes de septiembre con acumulados de 150 a 200 mm y amenazas de excesos hídricos” remarcó la bolsa rosarina.
En el sudeste de Buenos Aires, las lluvias de octubre no superaron los 25 mm, y esperan rindes medios de 37,6 qq/ha. La situación es bien diferente en Córdoba y Santa Fe, que verían caer sus promedios en 7 y 5 qq/ha respectivamente.
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